lunes, 1 de abril de 2013

EL ADIOS


¡Me dejas!
Los largos pasillos de la desesperanza
se alargan como sombras del ocaso,
mientras te alejas con pasos ya soñados
en pesadillas de frío invierno.
Las noches en soledad oscurecerán mis días
para ponerme cara a cara con el lamento
Unas risas tuyas que ya son memoria
me arrastran y me hieren
dejando mi tranquilidad estremecida
y con la necesidad de los besos
que se van contigo.
Mis ojos no alcanzan a los tuyos
y en su brillo ya no esta la primavera soñada,
                              -Tus pasos ya son ecos.
¿Quién habla de amor ahora?
¿Se ahoga el amor con la luz apagada,
y la soledad inundándome?
Se que la soledad compartida
es muy mala compañía, que me quisiste, 
como yo te quiero todavía,
pero también que esos pasos, no pararan
hasta perderse en el olvido
                                      -Ya no hay ecos.   

El tiempo es siempre un sabio paciente,
¡Solo me queda el tiempo!
Tiempo para no olvidarte,
para que mi luna no sea la tuya,
para idealizarte y borrar lo malo que había en ti,
soñando amanecer con tus dedos en mi espalda.
El alba me traerá la luz pero no el calor
                                      -Ya no te espero.

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