sábado, 21 de febrero de 2015

ECOS DE UN LEGADO


                                                    A Federico García Lorca



Tu flor  ilustrada de cómoda cuna,
aroma de vida, sombra de sombras,
elegías y amores recorren tu espalda,
negros barrancos acechan tu luna.

Derrochas ternura, delicada tristeza,
amante de vida, inocencia de muerte,
poeta del mundo, manantial y fuente
derramas placeres de fina agudeza

No te has ido; yo te tengo,
me miro en tu espejo de triste ironía,
y siento tus días como los sentías

¡Cómo se parece, tu mundo y el mío!
El hambre se ensaña con vidas baldías;
gritos de silencios acallan quejidos
de niños sedientos que no ven el día

Siembras de flaqueza crecen sigilosas,
cosechas que engordan lentas agonías,
cortejos de buitres, madres silenciosas
que mueren de pena, como tú morías.
                                
¡Cómo se parece tu mundo y el mío!
Columnas de buitres sus presas acechan,
alas negras tiñen de rojo caminos y ríos,
botas asesinas apresuradas cabalgan
                                  
Era el año 36, año de fascio y vileza,
odio añejo en las entrañas, bota negra;
ojos que matan tu luna, veinte fusiles
te acechan, malditas balas que matan;

que no, ¡ Que no quiero verlas ¡  

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